Dellafuente hace historia en el Estadio Metropolitano
Los días 20 y 21 de junio el cantante granadino Pablo Enoc Bayo, más conocido como Dellafuente, celebró enMadrid sus 10 años de carrera con un espectáculo inigualable, que marcará tendencia en el panorama nacional.
Trasladando la esencia granadina al estadio Riyadh Air Metropolitano, el escenario estaba situado sobre una estrella de ocho puntas, rodeado por fuentes, creando así una maravillosa puesta en escena que cobraría vida a medida que avanzaba el espectáculo, jugando con las luces y una diversidad asombrosa a la hora de usar el agua que emanaba de las fuentes.
El himno de la Champions, junto a una cuenta atrás, fue el indicador de que la noche comenzaba, y con el atronadorretumbar del público, Dellafuente entraba hacia el escenario con “Bailaora”, uno de los temas reeditados de su última publicación “Rondo”, echándose al bolsillo a todo el metropolitano.
Pasó a su último trabajo “Torii Yama” con “13 Preguntas” “Otra noche en Granada” y “Romero Santo” contando el día 20 con la participación de la joven promesa gaditana Judeline, que dejó una actuación digna de un ángel.
La noche continuaba con temas tan conocidos como “Al vacío” “Dile” o el inigualable “13/18”.
Retomando el camino a la montaña con “Ayer” se unía junto a Dellafuente, ambos días, la artista catalana Lia Kali para interpretar “Fosforito”, tiñendo el estadio de verde. Tras él, llegaron temas como “Romea y Julieto”, “Sharila” yuno de sus hits más escuchados como es “Guerrera”.

Con una puesta en escena nunca antes vista, cada canción era un viaje inmersivo a la vida del artista y la esencia de su tierra. Ambos días se uniría al show, el granadino Pepe para interpretar “Flores”, y como bien dijo Dellafuente, nohay Pepe sin Vizio, y mientras Vizio hacía su aparición estelar en el escenario, el estadio estalló por que sabían queera el turno de “Flores para tu pelo”, poniendo el broche de oro a la escena granadina.
Un breve fundido a negro y el retumbar atronador de unas guitarras dejaba entrever que llegaba el momento de la redención. El estadio se fue tiñendo de rojo, apareció en escena un desfile de antorchas, y junto a él, un Dellafuentecubierto con un balaklava, marchando al ritmo de las cadenas, y dejando claro que “Taifa Yallah” entraba en escena. El trabajo más independiente del artista, coronaba el metropolitano a golpe de llamaradas y guitarras con “400 demonios” y “Corazón de agua”, un momento inolvidable y poderoso que daba paso a la segunda parte del show.
Junto a un banco sentado en la cima de la estrella aparecía Rels B, visualmente emocionado por el momento, nosregaló su colaboración “Buenos Genes” para acabar felicitando al Chino por sus logros.
La noche continuaba con “Sanuk Sabai Saduak”, “Si te lo comes lo crías” y otra magnífica colaboración esta vez de la mano de la murciana Amore, contando con ella tanto el día 20, como el 21 para interpretar “Malicia”.
Dando paso al sonido más techno y junto a su habitual, Antonio Narváez, consiguieron poner patas arriba el estadiocon un espectáculo visual de infarto y con temas como “A lo mejor”, “Lo quiero ver”, “Lo que estoy pasando” o “Cuéntamelo”.

Encarando la recta final de unas noches más mágicas en la capital española, aparecía la primera de ellas, el almeriense RVFV, interpretando otra de las joyas de la biblioteca musical de Dellafuente, “Ke alegria”, y dejando pasoa uno de los momentos más íntimos de la noche, “Veneno” y “Una gota”, acompañado del piano y bajo la lluvia.
Tras alguna que otra lágrima, llegó el momento de Morad, que acompañó al artista granadino ambos días con uno delos temas más escuchados del pasado año, como es “Manos rotas” y regalándonos otro de los momentos más bonitos de la noche.
El recorrido de los diez años de carrera de Dellafuente llegaba a su fin pero aún quedaban muchos hits por entonar en la capital española, “Te amo sin límites”, “Olvídame” o “Te como la cara”.
Con un estadio a rebosar y rendido a sus pies, llegó el turno de su última canción. La elegida fue “Consentía”, himno que ya es parte de toda una generación.
Cerrando así una noche mágica y consagrándose ya no solo como artista, sino como un símbolo de la música. Dejando claro algo que ya todos sabíamos —Dellafuente es eterno. Dellafuente es familia. Y ahora, historia.
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Fotografías por Reca Martínez





