TWENTY ONE PILOTS

21 abril 2025 - Madrid

Redacción: Itziar Molinuevo Garcia

Foto: Dara Chris

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Twenty One Pilots transforma Madrid a través de su universo musical

Canciones hiladas sin pausas, cambios de escenografía y un final cargado de emoción en el centro del público. ¿Se puede pedir más?


El 21 de abril de 2025, el Movistar Arena de Madrid se convirtió en el recinto de una noche inolvidable con la llegada de The Clancy World Tour de Twenty One Pilots.

Lo que comenzó con un telón negro y una intro instrumental,rápidamente se transformó en una explosión de energía, complicidad y sobretodo música que unía a todo el presente.

 

Twenty One Pilots, el dúo formado por Tyler Joseph y Josh Dun,llegó a Madrid con su gira The Clancy World Tour, un espectáculo que va mucho más allá de promocionar su último álbum y que resume más de una década de evolución artística.

 

El Movistar Arena, una de las paradas de la gira europea del dúo, fue testigo de un show formado por un setlist algo más corto que el de su recorrido por Estados Unidos, pero eso no quita que el concierto madrileño se sintiera igual de completo. Y es que el grupono solo interpretó temas de Clancy, su último álbum, sino que hizoun recorrido por gran parte de su discografía, creando una sensación de viaje a través de los diferentes “universos” sonoros que han ido creando con cada uno de sus discos, de Vessel hasta Trench.

 

Una narrativa sonora que cautivó desde el primer acorde

 

Tyler, fiel a su estética característica, apareció en el escenario conun pasamontañas negro, un símbolo icónico que ha acompañado suimagen desde los días de Blurryface. Este gesto no solo marcó el inicio del espectáculo, sino que también representó la esencia de su propuesta artística: anonimato, vulnerabilidad y autenticidad.

 

El espectáculo avanzó sin apenas pausas entre canciones, conectando algunas de forma tan orgánica que apenas daba tiempo a aplaudir. Un ejemplo claro de esta fluidez fue el encadenado entre Heathens Next Semester, donde el coro de esta últimairrumpió justo al terminar el estribillo final de la anterior. Algosimilar ocurrió con Holding on to You Vignette, que fueron fusionadas en una única secuencia que mantuvo al público en un estado de constante expectación.

 

Uno de los momentos más destacados de la noche fue la interpretación de la demo de Doubt, una canción que solo habían cantado en directo antes una vez, lo que convirtió al Movistar Arena en cómplice de un momento muy íntimo e importante para los fans. Junto a esta, sorprendieron también con The Line, un tema lanzadocomo parte de la banda sonora de Arcane, que fue vivida como uno más de sus himnos.

 

De Mulberry Street a Trench: un espectáculo visual queva más allá del escenario

 

La narrativa del concierto no se construyó sólo a través de la música; a medida que avanzaban las canciones, el escenario y el vestuario de Tyler y Josh iban transformándose para representar las distintas etapas del grupo.


Después de Mulberry Street, por ejemplo, se produjo un giro visual que nos transportó al universo de Trench, con estructuras en forma de torres urbanas al fondo del escenario, cosa que reforzaba la estética distópica de ese álbum.

 

Destacar también que en todo momento la conexión con el público fue constante y auténtica. Durante Ride, un niño subió al escenariopara cantar con Tyler, y en Car Radio, el vocalista realizó su yaclásico "truco de magia", desapareciendo del escenario principalpara reaparecer entre las gradas, cosa que desató en todo el recintouna ola de emoción y, sobre todo, una sensación de asombro.


La parte acústica trajo uno de los momentos más emotivos de lanoche, con Tyler sacando el ukelele para interpretar The Judge The Craving, acompañado de una iluminación más cálida que consiguió crear un ambiente muy íntimo que no dejó a nadie indiferente.

Otro de los grandes momentos llegó con Paladin Strait, donde losdos integrantes cantaron letras distintas al mismo tiempo: Tyler con Paladin y Josh con Bandito, creando así una mezcla vocal que reflejó la dualidad de su música.

Como broche final, Trees cerró el espectáculo desde el centro de la pista, rodeados por su público más entregado, en una especie de ritual ya clásico en sus conciertos, donde los tambores y la lluvia de confeti convierten el fin del concierto en una auténtica fiesta con la adrenalina de todos por las nubes.



Por su parte, Twenty One Pilots no ofreció un simple concierto. Lo que se vivió Madrid fue una experiencia inmersiva, pensada al milímetro pero ejecutada con la frescura de quien sigue sorprendiéndose con la conexión del grupo con su público más fiel.

Sin duda, fué un espectáculo audiovisual lleno de momentos íntimos, épicos e incluso mágicos, que dejaron claro por qué estedúo de Ohio sigue siendo uno de los nombres más destacados del panorama musical actual.