Aurora pone voz a los sentimientos más puros en el Movistar Arena

El Movistar Arena se transformó el pasado 7 de mayo en todo un paisaje etéreo en cuanto Aurora puso los pies en él. Unas luces azules y unos visuales llenos de colores fríos dieron paso a la compositora, que dio comienzo al concierto con Churchyard, una canción llena de energía como entrada de un concierto que no estaría falto de ella. La cantante rápidamente aprovechó los primeros segundos de silencio para darle las gracias a su público por asistir. Aurora describió a sus fans como personas introvertidas al igual que ella, a las que quizá les era difícil asistir a su concierto y estar rodeados de tal cantidad de gente, por ello apreciaba mucho su esfuerzo por venir a verla.

El repertorio de canciones elegidas pasó por todos los tipos de estados de ánimo y sentimientos, desde el amor, la ira, la destrucción o el anhelo. Es así como con su sensibilidad, Aurora consiguió que toda la audiencia se mimetizase con los estados de ánimo sobre los que estaba cantando y que sintiesen con ello cada una de las palabras que entonaba. La artista vino acompañada de una banda de cuatro músicos, quienes eran también sus coristas. Fue así como entre los cinco consiguieron hacer armonías totalmente perfectas que encandilaron a todos los miembros del público.

La conexión con sus fans es innegable, ya que aprovechó cada segundo que estuvo en el escenario para tener un pequeño contacto con cada uno de ellos, ya sea mediante saludos a las gradas o con sus largos discursos de agradecimiento. Es así como la autenticidad de la artista brillaba cada vez que hablaba por el micro, creando una perceptible y genuina conexión con cada uno de los asistentes.

Canciones como Exist for love, una oda al amor, cautivaron a toda la audiencia con la voz cristalina de la artista. O su gran hit Runaway que hicieron que todos los asistentes se transportasen a un paisaje noruego y desconectasen por un segundo de la realidad. Mientras que otras como Starvationo Cure for Me hicieron saltar tanto al público como a ella que no paró de moverse de un lado a otro del escenario.

Acercándose el final, la cantante invitó al escenario a su telonera de esa noche, la cantante francesa Pomme, para interpretar su colaboración Everything Matters en la que crearon un aura idílica en cuanto sus voces empezaron a sonar de forma armonizada. Aurora cerró el espectáculo tocando a piano la última canción de su último trabajo Invisible Wounds, bajo un pequeño foco que solo la apuntaba a ella y se desvanecía poco a poco. Fue así como la cantante noruega enamoró a los asistentes con su delicada vez y su gran energía. Aunque ella también se fue completamente rendida bajo el amor que desprendió el público español.